‍¿Alguna vez has tenido que comprometer tus valores por el bien de la comodidad de alguien? Puede ser difícil mantenerte firme en tus creencias y decir la verdad sin parecer intolerante. Sin embargo, Jesús modela lo que significa ser apasionadamente intolerante: administrar la verdad con amor y luchar contra las mentiras del enemigo con perseverancia.

Las concesiones nos dicen que está bien hacer lo incorrecto por la razón correcta.

1. El espíritu de Jezabel‍

‍El espíritu de Jezabel proviene de una reina del mismo nombre. En su apogeo, la reina Jezabel usó su influencia para comprometer las creencias y el comportamiento del rey Acab, que luego llegó al pueblo de Israel. Hay un paralelo directo con respecto a la serpiente y cómo engañó a Eva, teniendo su pregunta, "¿Es verdad que Dios les dijo?" causando la ruina de la humanidad. Aunque la persona de Jezabel se fue hace mucho tiempo, el espíritu de sus caminos engañosos permanece, amenazando con desmantelar no solo la congregación de Tiatira, sino también la Iglesia actual. Cuando nos permitimos ser corrompidos por una mentalidad de “estar con un pie adentro y uno afuera” en cuanto al evangelio y al mundo, sufrimos heridas dolorosas en nuestras almas.

1 Reyes 16:30-31 (NVI)
Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él. 31 Porque le fue ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró.

2. Libertad del Espíritu de Jezabel

‍Como cristianos, estamos llamados a no comprometer quiénes somos ante el mundo que nos rodea. Es fácil como humanos relacionarnos con este mundo y amar todo lo relacionado con él porque estamos en él. Sin embargo, Jesús quiere que tengamos el entendimiento de que, aunque estamos en este mundo, no pertenecemos a este sino a  Él. El espíritu de transigencia o mejor aún de engaño, nos miente que el bien de hacer buenas obras es lo suficientemente pesado como para perdonarnos nuestros pecados.

‍2 Pedro 3:8-9 (NVI)
Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan.

La palabra de Dios es muy clara y específica para nuestras vidas. Al estudiar el libro de Apocalipsis, recibimos este regalo de Jesús, nuestra estrella de la mañana, para aprender a lidiar con las tribulaciones y ser discípulos de nuestra generación. La Palabra es clara y como seguidores de Cristo nuestras vidas deben estar alineada con la Biblia y no con el mundo. No podemos servir a Dios y estar atados por el mundo. Somos nuevos en Cristo y lo que hacemos con nuestro cuerpo y vida le importa a Dios. Todo es significativo para Jesús. Esta es la buena noticia: Él es un buen padre, lento para la ira y abundante en amor y debemos ser conscientes de que el mundo intentará engañarnos. Recordemos que fuimos comprados a un alto precio para ser herederos del amor del Padre.